diumenge, 21 de setembre del 2025

MI NOMBRE


 Siempre fue tarea inútil conocer el motivo del por qué de mi nombre.No hay nadie en mi familia anterior que se llame así; tampoco en la que vino después.Mi madre murió jóven y jamás me lo contó.Sólo recuerdo que cuando se enfadaba me soltaba un María Alicia contundente,como queriendo reafirmar esa oficialidad y costumbre de la época de colocar el María delante de cualquier nombre femenino.Mi padre me dijo una vez: " Eso fue cosa de tu madre", y ahí se zanjó el tema.Y mi abuela dijo desconocerlo siempre.Así que crecí con la duda y eso me permitió fabular con los motivos que me convenían,inventar razones de fantasías maternales y asumir que este origen desconocido me reafirmó siempre como una persona única en mi familia; alguien que no homenajeaba ni recordaba a nadie.Los profesores y monjas de la escuela me llamaban Alicia,y los amigos y conocidos me llamaron siempre Ali.

Investigué que, etimológicamente, Alicia tiene un orígen germánico, que significa " de noble grandeza" ,y un origen griego,proveniente de aléthia y que significa verdad.No deja de ser irónico este último significado cuando la verdad de mi propio nombre me es desconocida...

Con quien sí me identifiqué desde pequeña ,y lo sigo haciendo, es con el personaje de Alicia en el país de las Maravillas,aquella niña del cuento que entraba y salía de mundos distintos,que se encontraba con personajes extraños y que pasaba de vivir en mundos externos a que el mundo se deslizara por su interior con la facilidad que permiten los sueños.Y ahí anduve siempre,conviviendo con una poliédrica personalidad llena de puertas con la cual me siento bien.

Pero ahí no acaba la cosa.Cuando me casé tuve que ir al registro civil para una partida de nacimiento,y cuál fue mi sorpresa al encontrar que en el documento original figuraba como María Licia,sin la A. No daba crédito,los DNI siempre habían sido expedidos como María Alicia,y mi padre lo justificó atribuyendo el error al registrador,"cosas de la época",dijo,y se quedó tan ancho.De verdad que durante treinta y tantos años nadie cuestionó ni quiso corregir ese error tipográfico por desidia?Evidentemente tuve que demostrar con dos testigos y varios contratos,facturas y títulos académicos el uso habitual y continuado de mi nombre como Alicia para lograr esa modificación.El funcionario me brindó la oportunidad de quitar el nombre María, pero en ese momento pensé en mí madre ,que así se llamaba,y sentí que yo sí quería mantenerlo por homenajearla. Que ella,al contrario que el significado de aléthia,sí fue verdad en todo lo que hizo y sintió,que quiso hacerse presente en mí a través de su nombre,y que ,aunque jamás sabré por qué eligió el mío,eso me dio la libertad de crear historias sobre su origen,de fabular mundos dentro y fuera de mí sin obstáculos y de creer en los sueños como la maravillosa Alicia del cuento.